domingo, 30 de diciembre de 2007

Irene García: "No voy a estar cuatro años lamentándome del pasado"










Hace un par de años era una completa desconocida para los sanluqueños y ahora es su alcaldesa, tras protagonizar uno de los vuelcos electorales que más resonó en las últimas elecciones municipales. Licenciada en Derecho, casada y con una hija, milita en el PSOE desde 2000. Durante la pasada legislatura, fue concejala en el ayuntamiento de Sanlúcar y diputada provincial de Cultura. Irene García, una mujer de trato afable y gesto alegre, me recibe en su despacho disculpándose por un pequeño retraso y con dos besos. Nada de formalismos. A pesar de su inexperiencia y juventud –de la que se defiende argumentando que desaparecerán con el tiempo– da la impresión de manejarse como pez en el agua por las entrañas del Palacio y de tenerlo todo bajo control.

¿Ha digerido ya los fulgurantes cambios que ha sufrido en su vida durante el último año?
Bueno, la verdad es que es complicado. Requiere un periodo de adaptación, pero empiezo a asimilar la responsabilidad que lleva el cargo. Está siendo una experiencia, en lo personal, apasionante e ilusionante.

Pasados seis meses desde que tomara el bastón de mando de la alcaldía, ¿esto le está resultando como usted esperaba o se ha encontrado muchas sorpresas en el camino?
Bueno, sí y no. Sabía lo que supone ejercer un cargo de tanta responsabilidad pero, una vez conocida la situación interna del ayuntamiento, no paras de sorprendente cada día.

Usted eligió como compañero de viaje a un nuevo partido, el CIS. ¿Qué valoración hace de estos primeros meses de periplo?
Pues, la verdad, muy positiva. Desde el principio hemos tenido una tranquilidad y comodidad enorme a la hora de poner iniciativas en marcha. Hay una unión perfecta a la hora afrontar problemas y retos en esta ciudad y, sobre todo, un periodo de tranquilidad política que hacía falta. En esta ciudad hemos probado muchas combinaciones de pactos y, al principio, daba un poco de miedo, pero puedo decir que tanto PSOE como CIS hemos entendido que había un solo proyecto que se llama Sanlúcar.

Casi todos los miembros de su equipo nunca habían sido antes concejales en el ayuntamiento, ni gobernando ni en la oposición. Además, el partido con el que el que gobierna en coalición no ha llegado a cumplir dos años de vida. ¿No cree que esa falta de experiencia puede ser un obstáculo en la gestión municipal?
La inexperiencia provoca, en muchas ocasiones, cometer errores. Yo soy la primera que lo hace. Pero, sinceramente, también creo que es una virtud. Sólo otro concejal y yo habíamos participado como concejales en la anterior legislatura. Sin embargo, esa renovación es fruto de la alianza que hemos conseguido con los ciudadanos que demandaron un claro cambio, no sólo en la gestión y en las formas, sino en las personas.

Usted se postuló como una alcaldesa que estaría en contacto directo con los sanluqueños, como una política que no perdería el pulso con la calle. Proclama a los cuatro vientos que preside un ayuntamiento “de puertas abiertas” ¿Qué impresión percibe de los ciudadanos sobre sus primeros meses de gestión?
Lo que percibí en los primeros días fue una necesidad de los sanluqueños de conocer a sus gobernantes. Al principio dediqué dos tardes a la semana a recibir a personas anónimas que, a título individual, solicitaban hablar con la alcaldesa. Sin embargo, en esas tardes me convertía en todo menos en alcaldesa porque la mayoría de los que venían lo hacía para sentirse escuchados y para exponer su punto de vista de la situación que vivimos. Se acumulaban tantos ciudadanos que no daba abasto para atenderlos a todos. Ahora parece que los sanluqueños ya empiezan a entender que no es estrictamente necesario verme a mí, que hay otros delegados que le pueden resolver esos problemas cotidianos. Todo esto contrasta con la situación anterior en la que había que esperar meses para contactar con cualquier miembro del equipo de gobierno.

Muchos sanluqueños se quejan de que lo único que ha cambiado en el ayuntamiento ha sido el color del Gobierno, pero que las cosas siguen poco más o menos como estaban. A su juicio, ¿qué ha cambiado en Sanlúcar en el último medio año, además del equipo de gobierno?
Eso es una percepción muy simplista de las cosas. Ha habido tantos cambios que ya casi no recordamos lo que pasaba antes. Lo que ocurre es que todo proceso necesita un periodo de rodaje, de adaptación. En lo que no quiero convertirme es en una alcaldesa que inaugure semáforos o pasos de peatones. No tengo que estar en los medios de forma continua por cosas que forman parte de la vida cotidiana de la ciudad. Quizás, lo que ocurre es que el trabajo que no sale en los medios de comunicación es un trabajo que los sanluqueños perciben como no hecho. Pero la situación que nos encontramos de falta de estructura en el ayuntamiento y de precariedad económica ha hecho que la gestión diaria no se haya podido realizar con rapidez.

Parecería un poco simplista echarle toda la culpa de los problemas del consistorio a los gobiernos del Partido Popular. ¿Dónde cree usted que está el germen de la situación que han heredado?
Creo que han habido muchas variables. Yo soy de las que reconoce los errores de mi partido cuando ha gobernado pero lo que creo que ha ocurrido es que no hemos tenido suerte en estos años de democracia. Ninguno de los gobiernos que hemos tenido ha terminado de funcionar a pesar de las distintas combinaciones que se han dado. A veces resulta complicado explicarle a los ciudadanos cómo hemos llegado a esta situación. Pero creo que el nuevo gobierno es un reflejo de lo que ahora es Sanlúcar, compuesta por mucha gente joven con mejor y mayor formación y con ganas de trabajar.

Respecto a la difícil situación que vive Sanlúcar, ¿qué parte de culpa le atribuye usted a los políticos y qué parte a los propios ciudadanos?
La verdad es que se conjugan las dos. No hay que olvidar que los gobernantes estamos aquí gracias a voto de los ciudadanos. Y lo que siempre es una desgracia es que haya una abstención tan enorme cada vez que hay elecciones. Esa falta de participación no sólo es un toque de atención a los políticos, sino que también es una falta de implicación de unos ciudadanos que han tenido en los últimos años una actitud un poco apática, poco participativa y poco comprometida. Todo el mundo es capaz de arreglar el mundo desde el sofá de su casa pero, a la hora de la verdad, pocos se comprometen. Es cierto que no hemos acertado con los gobernantes pero también hemos tenido en determinados momentos una cierta complicidad de los ciudadanos por no denunciar la situación.

Respecto a la contratación de la auditoria externa para evaluar la situación económica que vive el Ayuntamiento, ¿en qué situación estamos ahora? ¿Cuándo conoceremos los resultados de ese informe? Y, ¿por qué ceñirnos a los últimos ocho años?
Empezado por el final, ceñir la auditoria a un periodo determinado se hace para dar respuesta a un problema contable, para conocer la situación que tenemos actualmente. A partir de esa foto fija se puede tirar de hilo hasta llegar a años muy primitivos. Pero esa auditoria lo pretende es conocer cómo no volver a cometer en el futuro los errores que nos han llevado hasta aquí. No tendría sentido hacerla para otra cuestión porque yo no me voy a llevar aquí cuatro años lamentándome por la situación económica heredada.
Pero, además de la auditoria, la Cámara de Cuentas de Andalucía está investigando ejercicios anteriores y algunos asuntos acabarán en el Tribunal de Cuentas. No obstante, si todo esto es importante, para mí lo es más la aprobación de las cuentas generales del ayuntamiento en los ejercicios de 2003 en adelante, cuentas en las que se especifica cada gasto, cada factura que asume el consistorio. Ahí estamos encontrando grandes sorpresas de las que habrá que informar a la Cámara de Cuentas.

Con los últimos datos del IPC, paro, el bajón de la construcción y los recortes en las previsiones de crecimiento, parece ser que estamos entrando en un periodo de enfriamiento de la economía. Sin embargo, ustedes proclaman que 2008 será un magnífico año para Sanlúcar ¿No son demasiado optimistas?
Yo no soy una ilusa y parto de la consideración de que en estos años no ha habido progreso en Sanlúcar. ¡Llevamos tantos años hablando de los mismos proyectos que nunca llegan a realizarse! Y todo eso ha ocurrido en unos años en los que, por ejemplo, la construcción ha sido un motor para el desarrollo en de muchas poblaciones. Sin embargo, en Sanlúcar tenemos una Gerencia Municipal de Urbanismo deficitaria.
En cualquier caso, creo que 2008 va a ser un año distinto, fundamentalmente porque el resto de administraciones empiezan a ver Sanlúcar de forma distinta y porque vamos a poner las bases de un mejor asentamiento empresarial para que se produzca creación de empleo.

Ha hablado usted de la situación deficitaria de la Gerencia de Urbanismo en unos años de gran crecimiento de la construcción. ¿Cree que tendremos en un futuro inmediato nuestra propia operación Malaya?
Yo era de las que tenía certeza absoluta de que la operación Malaya tendría elementos en Sanlúcar. Sin duda, este gobierno denunciará cualquier irregularidad, cualquier indicio de delito que se encuentre en el camino, especialmente en la gestión del suelo que se ha realizado. A mí no me extrañaría que viésemos a nuestra ciudad en la portada de cualquier informativo de televisión por algún asunto desgraciado de este tipo.


Dada la precaria situación económica del consistorio, usted prometió austeridad en el gasto. En campaña electoral, se comprometió en reducir su sueldo como alcaldesa a la mitad de lo que cobraba su predecesora en el cargo. Se la ha criticado mucho por no haber cumplido con esa promesa. ¿Nos podría aclarar, definitivamente, si ha cumplido usted con su palabra? Y, si es así, ¿qué cantidad de dinero se están ahorrando los sanluqueños por los emolumentos que ha dejado de percibir?
Es una realidad tan clara y tan palpable que los ciudadanos pueden comprobar qué cobraba la anterior alcaldesa y qué cobro yo actualmente. Y, sobre todo, los ciudadanos podrán comprobar los enormes gastos de representación del anterior equipo de gobierno. El sueldo de la anterior alcaldesa llegaba hasta los 7.000 euros al mes. El mío es de 2.900 euros. Además, hemos reducido al máximo los gastos de representación. Cuando, por ejemplo, yo voy a Madrid a reuniones de trabajo, no voy a comer a sitios extraños.

¿Qué quiere decir con “sitios extraños”?
Me refiero a restaurantes de alto standing como El Asador Donostiarra. O a que yo, cuando quiero tomarme una botella de Moët & Chandon, me la pago de mi bolsillo e invito mi marido a una copa, y no lo hago a cargo de los sanluqueños.

Recientemente, en un desayuno con periodistas, usted se jactaba de la visita del presidente Zapatero como un logro del nuevo equipo de gobierno. Sin embargo, a día de hoy, y más allá de las fotos de rigor, no sabemos en qué se va a concretar cómo va a colaborar el gobierno central con el Ayuntamiento para salir de la crisis.
El compromiso del gobierno de España se cierne a cuatro cuestiones: la renegociación de la deuda con la Seguridad Social, cuyas cuotas eran imposibles de afrontar por el ayuntamiento; la rehabilitación del Palacio Municipal, para el que ya se ha redactado un protocolo de colaboración por el que la financiación de la obra será en un 90% a cargo del Ministerio de la Vivienda; la nueva comisaría conjunta Policía Local – Policía Nacional, cuyas obras empezarán en el segundo semestre del año; y la recuperación del litoral, para el que ya se han aprobado dos proyectos en las salinas de Bonanza y en el nuevo paseo litoral entre Bajo de Guía y Bonanza, recuperando el Valuarte de San Salvador.

Cuando usted visitó hace un par de semanas las obras del Centro Comercial de la carretera de El Puerto, dio a entender que el exceso de edificación que el constructor ha realizado en el complejo se subsanaría con una adaptación de la propia norma urbanística. ¿No le parece que eso fomenta la política de hechos consumados?
Eso no es cierto. Probablemente no me expliqué bien. Las mayores dudas al llegar a la alcaldía fueron sobre el Centro Comercial. Nos encontramos, entre otras cosas, con un acuerdo con el promotor de la obra por el que el ayuntamiento era el que pagaba la obra de los accesos y de la subestación eléctrica necesaria para su funcionamiento, además de con un exceso de edificación en la zona destinada a la bolera, el gimnasio y los cines. No le vamos a permitir al promotor abrir ninguna instalación que incumpla la normativa urbanística existente, por más importante que éste sea. Lo que sí es cierto es que existe un plan parcial pendiente de aprobación que puede llegar a permitirle el aumento de una parte de esa construcción.



Usted en seis meses ha tenido tiempo para tener incluso un conflicto laboral, en concreto con los miembros de la Policía Local, a los que se le han abierto 37 expedientes disciplinarios que están ahora en tramitación. ¿Ha sido un golpe encima de la mesa por parte del equipo de gobierno?, ¿ha sido un aviso a navegantes de no permitir rebeliones a bordo?
Nosotros entendimos que las medidas de reestructuración de la Policía Local eran necesarias. Esto conllevó la rebelión de parte de los agentes. A partir de ahí lo teníamos y lo tenemos claro: no va a haber dobleces, no va a haber ningún tipo de debilidad en este equipo de gobierno, por muchas denuncias, calumnias o injurias que se lancen sobre el delegado de Seguridad Ciudadana y por las cuales aventuro que habrá sanciones disciplinarias. Entendemos que la Policía Local tiene sus derechos, pero que deben ser ejercidos dentro de unos límites. No estábamos dispuestos a soportar un pulso a un gobierno que lo que intentaba era aumentar los efectivos en la calle. Haberlo hecho no nos hubiera permitido acabar con muchas costumbres asentadas en este ayuntamiento.

Se les ha criticado mucho por la gestión que han hecho de la movida juvenil. Trasladar el botellón del Paseo Marítimo al Teatro Municipal ¿no le parece desvestir a un santo para vestir a otro?
El problema de la movida juvenil es muy complicado. Sabemos que el Teatro Municipal no cumple con las condiciones necesarias para atender esa demanda de los jóvenes, pero nos encontramos con que no teníamos otro lugar habilitado para ello. Tenemos en trámite la realización del Parque de Las Piletas, cuya construcción no estará lista para este verano, pero habilitaremos unas parcelas en las mejores condiciones posibles. Pero la movida juvenil es un problema que necesita de un debate en el que participemos todos.

Finalmente, es el turno para las cuestiones de los internautas. Manuel Camacho pregunta: ¿No debería haber contado con algunos "veteranos" del PSOE que no fueron tocados por los escándalos de corrupción y que hicieron una buena labor de gestión en legislaturas pasadas?
Yo creo que los veteranos no es necesario que estén en primera línea. Muchos continúan, pero en un segundo plano.

Miguel Furlock: ¿cuándo va a prohibir el botellón, cuándo va a disculparse con los vecinos del Paseo Marítimo y cuándo va a hacer cumplir la ley de ruidos?
El botellón no lo voy a prohibir. De hecho, hay una ley sobre la movida juvenil que lo regula. A los ciudadanos se les ha perdido disculpas pero mi papel no es ese, sino solucionarles los problemas.

Pijus Magníficus: ¿por qué es tan permisiva con el lamentable estado en el que algunas constructoras dejan las calles una vez finalizadas sus obras?
Permisiva, para nada. Lo que ocurre es que no teníamos ninguna ordenanza urbanística que regulara esta situación. En 2008 entrará en vigor la normativa que corregirá esta situación.

martes, 11 de diciembre de 2007

¿Qué le preguntaría a la alcaldesa?

Dña. Irene García ha aceptado la invitación que Sanlúcar en la distancia, en colaboración con ARDID PRODUCCIONES, le ha cursado para efectuarle una entrevista que tendrá lugar durante las próximas fechas navideñas.

Para trasladar lo más fielmente posible las cuestiones, inquietudes y preocupaciones de los sanluqueños que habitualmente se acercan hasta este blog, me gustaría contar con su colaboración. Por ello, les pido que envíen aquellas preguntas que les gustaría que les contestase la alcaldesa de Sanlúcar.

Deje su cuestión pulsando la opción "publicar un comentario" que puede leerse al final de esta entrada. A continuación aparecerá una página en la que tendrá la oportunidad de escribir su pregunta. Si no está registrado en Google, elija la opción "Alias" y escriba ahí su nombre y apellidos.

La entrevista, que incluirá las aportaciones más interesantes, se publicará transcrita y en vídeo a través de Sanlúcar en la distancia.

Gracias por su colaboración.

martes, 27 de noviembre de 2007

Nadie habla de nosotros

Revisando los diarios de sesiones de 2007 del Parlamento Andaluz, me ha venido a la memoria aquella estupenda película que dirigió Agustín Díaz Yanes en 1995, Nadia hablará de nosotras cuando hayamos muerto, protagonizada por Victoria Abril y que consiguió llevarse ocho Goyas ―entre ellos el de mejor película― convirtiéndose en uno de los largometrajes más galardonados del cine español.

Y, como les tengo por perspicaces, imagino que ustedes se preguntarán qué tiene que ver esta cinta que cuenta la historia de una española, Gloria Duque, que presencia en Méjico la muerte de dos policías a manos de dos gansters, con los parlamentarios andaluces. Pues, la verdad, nada. Pero el título ha saltado como un resorte entre los recovecos de mi córtex al comprobar, estupefacto, lo que ya muchos sospechábamos desde hace tiempo: en el Hospital de las Cinco Llagas ni siquiera se habla de Sanlúcar, un municipio que está en el podio de las ciudades andaluzas con peor situación económica.

Para ilustrar esta "amnesia barramedística", me he permitido confeccionarles un ranking con las localidades de nuestro entorno de las que más se habla en el hemiciclo de San Jerónimo, gracias al potente buscador con el que nos obsequia la web del Parlamento Andaluz. Durante 2007, la clasificación queda como sigue: en primer lugar y, como era de esperar por la capitalidad de la provincia, Cádiz, con 28 menciones. Le sigue de cerca Jerez con 20 y, a poca distancia, Puerto Real y El Puerto con 14 y 13 citas respectivamente. De Rota, pese a su escasa población, se ha hablado en 11 ocasiones. Por debajo de la decena se encuentran Chiclana, con 9; San Fernando, con 8; y Chipiona, con 4 menciones. Y, finalmente, con un total de 3 alusiones durante casi un año, nuestra querida Sanlúcar, que sólo consigue derrotar a Trebujena, de la que se ha hablado tan sólo una vez.

Creo, independientemente de lo anecdótico que tiene esta clasificación, que es tremendamente significativo la ignorancia con la que se nos trata en el legislativo andaluz. Este dato no hace otra cosa que corroborar ese sentimiento que vive entre los sanluqueños de que, para las grandes administraciones y sus gobernantes somos, simplemente, un sitio donde echar el rato, hacerse la foto o degustar unas tapillas. Si no, recuerden la célebre alusión a Casa Balbino que hiciera Luis Carlos Rejón el 23 de septiembre de 1993: Señor Presidente, hay dos formas serias de tratar el asunto del IRPF: digo, hay dos formas serias y una chapucera. La primera sería irse a la plaza del Cabildo de Sanlúcar de Barrameda, sentarse allí, en la terraza de Balbino, pedirse unas ortiguillas, las tortillas de camarones y unas galeras, con una manzanilla, y decir que si aquéllo no va a cambiar con el 15%, que hagan con el 15% lo que les dé la gana.

Si consideramos que la situación de Sanlúcar se asemeja a una enfermedad, esta ignorancia por nuestros problemas, nuestras necesidades o nuestras inquietudes no es otra cosa que un claro síntoma de la gravedad del diagnóstico. Dado el presente escenario y, puesto que ni siquiera hablan de nosotros, una de dos, o no les importamos o nos dan por muertos.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

El primer asalto

Todo un record. En menos de cuatro meses, el Equipo de Gobierno se ha encontrado con su primer conflicto laboral con trabajadores del ayuntamiento. Desde el pasado lunes, miembros del Sindicato Independiente de la Policía Local permanecen en "comisión de trabajo permanente", que es la manera eufemística de denominar a un encierro, "en su despacho de la Jefatura, en protesta por la apertura de 37 expedientes disciplinarios a 34 agentes", según ha informado el propio sindicato, cuya representación es mayoritaria en un cuerpo que sufre una importante división interna desde hace años.

Pasado un tiempo prudencial y, a la vista de los acontecimientos, a mí me da que lo que está pasando es que, como diría el castizo, se han juntado el hambre con las ganas de comer. A un lado del ring tenemos al Sr. Mora, político de escaso bagaje (sigamos con los eufemismos) que, de la noche a la mañana, se encontró al frente de dos delegaciones ―Personal y Seguridad Ciudadana― que requieren una buena dosis de templanza, destreza y experiencia; cualidades con las que, a la vista de los resultados, D. Víctor parece no contar suficientemente. Al otro lado del cuadrilátero se presenta uno de los colectivos más conflictivos que ha tenido Sanlúcar en los últimos años: la Policía Local. En ocasiones utilizada como florero por los gobernantes (recuerdo cuando Agustín Cuevas los montó a caballo y los puso a patrullar las calles al más puro estilo John Wayne), siempre mal dotada de medios (algunos agentes llegaron a trabajar en la calle sin su arma reglamentaria) y percibida dicotómicamente por los ciudadanos como héroes o villanos, según sean objeto de su protección o de sus multas.

Por el momento, ambos púgiles están en fase de tanteo, intentado averiguar los puntos débiles del contrincante. Mientras el Sr. Mora trata de sacar provecho de la palpable división existente en el colectivo de trabajadores y, simultáneamente, lanzar un mensaje de autoridad al resto de funcionarios municipales, los agentes mantienen el pulso basándose, no en el derecho a huelga, del que carecen como el resto de fuerzas de seguridad, sino en, por ejemplo, dejar de hacer "servicios voluntarios", paradójica medida que pone a las claras la endeblez de un sistema de trabajo que depende de las ganas que tengan los policías de hacer horas extra.

Si el desencuentro no tiene una pronta solución, estaremos ante un mal presagio de lo que nos espera en toda la legislatura. Más que nada porque, conocidas las reivindicaciones de ambas partes, no parecería difícil llegar a un acuerdo razonable. La Policía, además de un aumento de la plantilla y de medios materiales, reclama en su sueldo lo que ya tiene administrativamente reconocido, esto es, el nivel C dentro de la escala de funcionarios. El ayuntamiento, por su parte, quiere reestructurar los servicios para tener más presencia policial en la calle. No parece lógico que agentes municipales se dediquen a formar grupos operativos contra la droga o de paisano ―funciones que ya desempeña la Policía Nacional o la Guardia Civil― cuando la maltrecha circulación vial o el cumplimiento de las ordenanzas municipales son de su exclusiva competencia.

Pero ya se sabe que ser optimista en Sanlúcar es una profesión de riesgo. Veremos.

sábado, 3 de noviembre de 2007

Mil gracias

Hoy, casi dos meses después de haber comenzado esta aventura, quiero dar mil gracias. Y las doy en este día porque, según los datos proporcionados por Google Analytics, Sanlúcar en la distancia cumple hoy 1000 visitas desde que comenzara su andadura el pasado 8 de septiembre.

Gracias a todas las personas que se han conectado desde 26 ciudades de todo el mundo y han visitado más de 2000 páginas en estos 55 días. Gracias a todos los amigos que me han llamado o escrito dándome ánimos para seguir y mejorar. Gracias a los que han participado escribiendo sus comentarios o votando en las distintas encuestas. Gracias a Pepe Fernández, la primera persona que creyó en mí y me dio la oportunidad de ser periodista. Gracias a Pleamar TV y, especialmente, a Juan Antonio Caro, sin cuyo empujoncito inicial este carro no habría conseguido tanta velocidad. Gracias a Mairo por su apoyo incondicional y sus geniales trocitos de Sanlúcar hechos imágenes. Y gracias, especialmente, a los "foreros" de reporteros.tv, cuyas visitas representan la cuarta parte de todas las recibidas.

Espero que todos ustedes continúen concediéndome un poquito de su tiempo de vez y cuando y, si se animan, participen con el objetivo de seguir creando opinión y desarrollando el espíritu crítico entre los que queremos a Sanlúcar. En ello estamos.

sábado, 27 de octubre de 2007

Sin comentarios

La Cámara de Cuentas de Andalucía acaba de hacer público el informe de 2005 sobre la rendición de cuentas de las diputaciones provinciales y Ayuntamientos con población superior a 50.000 habitantes.

Me he permitido confeccionarles un breve extracto que pone a las claras cuál es nuestra situación real, más allá de las interpretaciones interesadas que unos u otros puedan hacer. Absolutamente demoledor:

Trece Ayuntamientos tienen ingresos por habitante superior a la media. Los Ayuntamientos de Dos Hermanas y Sanlúcar de Barrameda, son los que obtienen menores importes en este indicador, con 620,53 euros y 631,36 euros por habitante, respectivamente.
(…)
En los Ayuntamientos de Mijas, Dos Hermanas, Alcalá de Guadaira, Marbella, Sanlúcar de Barrameda y Jaén se produce un desfase en la tesorería presupuestaria corriente, al realizarse pagos del Presupuesto corriente por importe superior al de los cobros del Presupuesto corriente.
(…)
Los Ayuntamientos de Marbella, Jerez de la Frontera, Mijas, Sanlúcar de Barrameda y El Puerto de Santa María, presentan un déficit de ejecución en sus Presupuestos, al ser superior el reconocimiento de obligaciones que los derechos liquidados. De esta situación se deduce que los ingresos presupuestarios de estos Ayuntamientos no son suficientes para atender los gastos de naturaleza presupuestaria.
(…)
De la comparación entre los ingresos y los gastos por habitante de cada una de las entidades se observa que los ingresos por habitante de los Ayuntamientos de Jerez de la Frontera, El Puerto de Santa María, Sanlúcar de Barrameda, Marbella y Mijas, son inferiores al volumen de gasto por habitante, lo que significa que se están gestionando mayores gastos que los recursos presupuestarios que se obtienen durante el ejercicio.
(…)
El análisis de los gastos de inversión del ejercicio se completa con el indicador de Inversión por habitante, que se muestra en el cuadro 37. Se aprecia una fuerte correlación con el indicador de inversiones. El valor obtenido en este indicador se sitúa en término medio en 164,19 euros por habitante.
Ocho Ayuntamientos superan este importe, destacando los Ayuntamientos de El Ejido, Roquetas de Mar, y Estepona con 668,49 euros, 384,83 euros y 361,32 euros por habitante, respectivamente. Los valores más bajos se obtienen en los Ayuntamientos de Sanlúcar de Barrameda y Jerez de la Frontera con 16,21 euros y 33 euros por habitante.
(…)
Se deduce que la mayoría de los Ayuntamientos tienen un Ahorro Bruto positivo, excepto los Ayuntamientos de La Línea de la Concepción y Sanlúcar de Barrameda, que obtienen una valoración en este indicador del 20 por ciento y el 7 por ciento negativo, respectivamente.
(…)
De la comparación entre los ingresos y los gastos por habitante de cada una de las entidades se observa que los ingresos por habitante de los Ayuntamientos de Jerez de la Frontera, El Puerto de Santa María, Sanlúcar de Barrameda, Marbella y Mijas, son inferiores al volumen de gasto por habitante, lo que significa que se están gestionando mayores gastos que los recursos presupuestarios que se obtienen durante el ejercicio.
(…)
Al 31 de diciembre de 2005 se aprecia un incremento de los derechos pendientes de cobro en la agrupación de ejercicios cerrados en 22 Ayuntamientos. Los incrementos más significativos lo presentan el Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda y Chiclana de la Frontera con un 33 por ciento y un 21 por ciento, respectivamente.
(…)
La nueva Instrucción de Contabilidad ha definido el indicador de Realización de Pagos que mide el porcentaje de pagos realizados respecto a los saldos iniciales de obligaciones. La valoración obtenida por cada Ayuntamiento en este indicador se muestra en el cuadro número 52. Los Ayuntamientos de Dos Hermanas, Córdoba, Almería y Roquetas de Mar, realizan pagos que suponen porcentajes superiores al 80 por ciento. En el otro extremo se encuentran los Ayuntamientos de Marbella, Torremolinos y Sanlúcar de Barrameda que no alcanzan siquiera ni el 20 por ciento del saldo inicial al 1 de enero.

Acostumbro aquí a hacer alguna valoración, pero reconozco que, en esta ocasión, me he quedado sin palabras. Espero que ustedes sí las tengan.

sábado, 20 de octubre de 2007

Sanlúcar, puerta de la droga.

¿Por qué ninguno de nuestros políticos habla nunca sobre el problema del narcotráfico en Sanlúcar? Quizás sea porque en la calle tampoco se trata el tema, salvo cuando te cruzas con un antiguo compañero de instituto que conduce un deportivo de 100.000 euros y te preguntas en voz alta de qué te ha servido quemarte las pestañas durante años delante de los libros para, finalmente, terminar entrando en el club de los 'mileuristas'. Y éso si llegas.

En los últimos tiempos hemos asistido al despertar cívico de los sanluqueños. Salimos a la calle a defender nuestro patrimonio, a pedir justicia, a reivindicar mejoras para la ciudad, a exigirle eficiencia a nuestros políticos, a demandar una educación digna para nuestros hijos. Sin embargo, el hecho de que delante de nuestras narices los traficantes hayan hecho de la desembocadura su particular "narcoautopista" no ha conseguido ni siquiera entrar en el espacio del debate público. Nos hemos acostumbrado a observar los movimientos nocturnos de helicópteros y planeadoras no como una tragedia, sino como un espectáculo circense. Muchos de los que cayeron en manos de la ley vuelven de prisión y disfrutan de una apacible reinserción social que ya quisieran para sí políticos corruptos o ladrones de medio pelo.

Y me temo que detrás de todo esto hay, al menos, dos cosas: miedo e interés. Miedo a hablar, porque ya se sabe que "aquí nos conocemos todos"; e interés en los cientos de personas que viven -y de qué forma- de los beneficios del hachís o la coca. Pero hay algo peor, la displicencia. ¿Para qué denunciar si no va a servir de nada? Como mucho para que me quemen el coche o me den una paliza.

Esta semana la Guardia Civil ha efectuado su enésimo decomiso de droga en aguas del Guadalquivir. En esta ocasión han sido "sólo" 5.000 kilos de estupefacientes. Las autoridades antidroga siguen considerando a Sanlúcar como la principal puerta de entrada de hachís de Europa. Sí, hay algo en lo que, lamentablemente, somo líderes. Pero, sea por temor, por conveniencia, por cobardía, por desidia o por lo que sea, de nuevo nadie hablará de ello.

miércoles, 10 de octubre de 2007

Pío, pío, que yo no he sido

Foto: reporteros.tv
Asisto con estupor al colmo de la desfachatez política. Publica hoy Diario de Cádiz una información según la cual "Alternativa Sanluqueña culpa a otros partidos de la deuda municipal". AS argumenta que la deuda del ayuntamiento "se viene arrastrando desde el inicio de la democracia en España y en su mayoría se ha ido acumulando desde el Partido Comunista, pasando por los propios socialistas, hasta llegar al PA y al PP en 2003".

Por lo visto no saben D. José Luis y sus secuaces que, como dice el refrán, se pilla a un mentiroso antes que a un cojo. Sobre todo porque el avance tecnológico hace que, afortunadamente, los rengos cojeen cada vez menos, mientras que los embusteros pueden ser puestos en evidencia fácilmente por cualquier persona que sepa las cuatro reglas y tenga acceso a Internet.

La Cámara de Cuentas de Andalucía publicó en 2004 la Rendición de Cuentas de las Diputaciones Provinciales y Ayuntamientos con más de 50.000 habitantes del ejercicio 2002. En su página 63 puede comprobarse como el remanente negativo de tesorería, es decir, la deuda municipal, ascendía por aquellas fechas a 48 millones de euros. Así mismo, según el rotativo gaditano, Alternativa Sanluqueña da validez a que la deuda municipal se situó en torno a los 80 millones de euros el pasado ejercicio.

En otras palabras, que durante los años de PP-AS en el ayuntamiento, cuyo máximo responsable económico fue Jose Luis Cuevas, la deuda prácticamente duplicó la acumulada en los quince años anteriores. Es decir; sea por ignorancia, por incompetencia o por indecencia (no sé qué es peor), los que nos han situado al borde del abismo tienen ahora la poca vergüenza de echarle la culpa a sus predecesores sabiendo, como saben, que muchos de ellos ni siquiera pueden defenderse. Bajezas así retratan fielmente a sus autores.

jueves, 4 de octubre de 2007

Adiós maestro


Carlos Llamas era el periodista sustantivo. Un comunicador nato. Un profesional de una pieza. Inimitable cuando empleaba su sorna y su retranca e inapelable con sus palabras.

"Charlie" era el responsable de que no puediese apagar la radio cada noche hasta escuchar el 'gong' del final de Hora 25. Era mi referente en la radio. Nunca llegué a conocerle. Jamás pude hablar con él, pero hoy he sentido que se me ha muerto un amigo.

Las noches serán más oscuras sin tu voz. Hasta siempre maestro.

lunes, 1 de octubre de 2007

¿Qué puedo hacer yo?

El 20 de enero de 1961, John F. Kennedy finalizó su discurso de toma de posesión presidencial con las siguientes palabras:

“Así pues, compatriotas: preguntad, no qué puede vuestro país hacer por vosotros; preguntad qué podéis hacer vosotros por vuestro país.
(…)
Finalmente, ya seáis ciudadanos norteamericanos o ciudadanos del mundo, solicitad de nosotros la misma medida de fuerza y sacrificio que hemos de solicitar de vosotros. Con una conciencia tranquila como nuestra única recompensa segura, con la historia como juez supremo de nuestros actos, marchemos al frente de la patria que tanto amamos, invocando su bendición y su ayuda, pero conscientes de que aquí en la Tierra la obra de Dios es realmente la que nosotros mismos realicemos”.

Este extracto puede leerse grabado en una placa junto a su tumba en el cementerio de Arlington. Algunos discursos de JFK, especialmente su discurso inaugural, son considerados como referentes del difícil arte de la oratoria. Casi cincuenta años después, y pesar de su relativamente corto período en el cargo, los estadounidenses siguen recordando a Kennedy como uno de los mejores presidentes del país, situándolo al mismo nivel que a Abraham Lincoln, George Washington o Franklin D. Roosevelt.

He querido rememorar este pasaje histórico para que recordemos el sagrado deber que tenemos como ciudadanos que vivimos en democracia: colaborar y trabajar de manera responsable por nuestro futuro colectivo. Porque si esperamos que sólo sean aquéllos a los que votamos los que nos saquen las castañas del fuego, sería mejor que empezásemos a pensar en que las tomaremos carbonizadas.

Pero no quisiera andarme por las ramas, así que bajaré al terreno de lo concreto. Para ello, convendría tener presentes algunas cosas, obviedades la mayoría, muchas de las cuales me ruboriza recordar aquí, pero creo que el ensimismamiento cívico al que estamos sometidos lo hace estrictamente necesario.

Para empezar, a los llamados “contribuyentes”, sanluqueños de a pie, hay que recordarles que tienen que pagar sus impuestos, que no pueden hacerse una casita allá donde les plazca, que para conducir un vehículo hay que tener carné y seguro; que un ciclomotor no es un monovolumen y que cuando se conduce hay que hacerlo con casco; que para divertirse no hace falta martirizar a los vecinos con tu escándalo y tus fluidos; que la mejor forma de mantener limpia la ciudad es no ensuciar.

A los bien pagados funcionarios del ayuntamiento hay que pedirles que arrimen el hombro, que estén dispuestos a apretarse el cinturón si fuese necesario y que sean conscientes de que está en peligro algo más que la “gallina de los huevos de oro”. Recordarles que para hacer política están los partidos, no los sindicatos. Y, ya que estamos, que para desayunar no hace falta una hora todos los días.

A los ediles que hablen menos y hagan más; que la política no es una profesión en sí misma, sino una vocación; que cumplan sus promesas y que se dejen la piel en su labor; que tengan decencia política o, simplemente decencia; que no olviden que los mismos que los han colocado la Cuesta de Belén los pueden lanzar calle abajo si traicionan su voto. Y si no, que revisen el escrutinio del 27-M.

A los comerciantes y empresarios que dar de alta a los trabajadores no es un plus, sino una obligación; que frente a la competencia hay que luchar con ingenio y calidad y no pidiendo protección; que cuiden de sus clientes y ellos cuidarán de su negocio.

Y a los periodistas sanluqueños que seamos periodistas. Que investiguemos, que critiquemos, que fiscalicemos la vida pública y dejemos de ser, de una vez por todas, los voceros de partidos, empresarios y sindicatos.

Soy consciente de que la mayor parte de la ciudadanía cumple sobradamente con sus deberes. Así que puede que a usted, que ha llegado hasta aquí en su lectura, le haya escocido particularmente alguno de mis comentarios o, incluso, se haya sentido ofendido. Pero si ése fuese el caso ni siquiera habría de disculparme porque, puede estar seguro, no es usted el aludido.

viernes, 28 de septiembre de 2007

Olvidados

Cero. Cero patatero o cero Zapatero, como ustedes quieran. Este número, tan redondo y temido por los estudiantes, es el que nos asigna a los sanluqueños el capítulo de inversiones del borrador de los Presupuestos Generales del Estado para 2008.

Y la verdad es que no lo entiendo porque, Antonio, ese afable y servicial camarero de Casa Balbino, me aseguró este verano que los langostinos que le llevó al 'presi' a la mesa (él, y no Moraleda que después va marcándose pegotes por Moncloa) eran de primera calidad. Lo que a lo mejor desconoce Antonio es que no los probó. Sólo le echó el diente a las "tortillitas" con las que, como todos sabemos, no hay que pasarse porque pueden resultar un poco indigestas.

Pero centrémonos en la cuestión. De una primera lectura de las cuentas de Solbes se deriva la siguiente conclusión: mientras que nuestra ciudad atraviesa por la mayor crisis económica de su historia, una vez más, el dinero se lo llevan otros:

Jerez: Ampliación y remodelación del aeropuerto: 86 millones de euros.
Cádiz: Segundo puente y Consorcio Zona Franca: 200 millones de euros.
El Puerto, Centro penitenciario: 100 millones de euros.
Puertos de Algeciras y Cádiz: 750 millones de euros.
Línea AVE Sevilla-Cádiz: 314 millones de euros.
Barbate, regadíos: 6 millones de euros.
Arcos, plan IDAE: 2 millones de euros.


Y yo me pregunto ¿además de los atascos y molestias que sufrimos cuando ZP decide pasar unos días en Doñana, son estos los frutos obtenidos por Dña. Irene García durante la visita del presidente el pasado mes de agosto? Cuando dijo que la presencia del presidente había sido "muy provechosa", ¿se refería a provechosa para Sanlúcar o para Zapatero?.

Tras las buenas intenciones, la bellas palabras y las bonitas fotos, ¿dónde está el dinero para rehabilitar el Palacio Municipal? ¿Dónde están los fondos para la nueva Comisaría de Policía? ¿Dónde está la partida para la ampliación del Paseo Marítimo hasta Bonanza? Ahora, con un gobierno del PSOE en Madrid, Sevilla y Sanlúcar, ¿cuál será la excusa? ¿Cómo reaccionarán nuestros gobernantes ante este nuevo "olvido"?

martes, 25 de septiembre de 2007

La pregunta de la semana

Inauguramos sección. Desde hoy, les plantearé semanalmente una cuestión relacionada con la actualidad política sanluqueña a fin de pulsar la opinión de todos los que aquí nos congregamos.

Para comenzar, y dado que el pasado domingo se cumplieron los primeros cien días de gobierno de la coalición PSOE-CIS, me gustaría conocer cuál es su valoración sobre el inicio de la legislatura.

Participar es muy sencillo. Tan sólo tienen que elegir una de las opciones que aparecen en el margen derecho de la página. ¡Anímense!.

domingo, 23 de septiembre de 2007

Pasaron cien días y aún es de noche

No me andaré con rodeos. Estamos en manos de aficionados. De concejales con cara de niño bueno que juegan a la política. De una alcaldesa que sigue sin dar la talla y a la que Chaves, más pronto que tarde, se llevará a las Cinco Llagas. De una oposición más preocupada por salvar los muebles que su propia vergüenza. De políticos pertrechados de ignorancia y necedad. De un sindicalismo adulterado y endogámico más pendiente del convenio que de lo que conviene. Y de un sistema empapado de naftalina y clientelismo a partes iguales.

Imagen: aytosanlucar.org

La esperanza y la ilusión que brotaron de las urnas el pasado 27 de mayo fueron tan grandes que corresponderla era una misión difícil, pero no imposible. El pueblo cortó cabezas y pidió cambio, pero cien días después me temo que el ansiado cambio no llega. Sólo lo han hecho las caras, pero en ellas seguimos viendo los mismos mohínos, las mismas miradas, la misma distancia.

Para los optimistas, entre los que me encontraba, el golpe ha sido todavía mayor. Esperábamos un gobierno serio, innovador y determinante, pero no hemos encontrado con una equipo amateur, seguidista y mojigato. Más de un delegado y delegada debería seguir los pasos de Rubio y Hernández, claro que éstos no se han ido por dignidad política sino, simplemente, porque no han podido agarrarse de la teta grande.

Necesitamos políticos de raza. Valientes y asertivos. Honestos y entregados. Políticos que digan las cosas claras, gusten o no, den o quiten votos. Y necesitamos también que todos los colectivos sociales dejemos de mirarnos al ombligo y tiremos al unísono para sacar a Sanlúcar del cieno putrefacto que nos inunda.

En fin, ya saben que soñar es gratis. Yo lo tengo más fácil porque cien amaneceres después, para mí, sigue siendo de noche.

jueves, 20 de septiembre de 2007

Tierra de Cádiz

Entiendo poco de vinos. Creo que “nada” sería la expresión que más se acerca a la realidad. Mis conocimientos enológicos tan sólo me permiten diferenciar al tinto del blanco y a éstos del rosado.

Lo poco que he ido aprendiendo a lo largo de los años ha sido gracias a algún amigo que tiene a bien compartir sus conocimientos conmigo, o a alguna cosilla que uno lee de vez en cuando. Confieso que cuando salgo por ahí a cenar y llega la hora de elegir el vino me siento incómodo. En cierta ocasión un camarero me dio a probar un “reserva” y, al no saber que hacer, recordé una secuencia similar de una película en la que el personaje sentenciaba con voz grave: “seguro que está bien”. A veces el cine te saca de algún que otro apuro.

Haciendo acopio de todas mis fuentes vinícolas recuerdo a mi suegro, que me da la vara todas las Navidades con el “Marqués de Riscal”. A un buen amigo, que me dio a probar en su casa un tinto variedad “Somontano” de sabor inolvidable. Al restaurante “El Sordo”, de Ricote, que cada semana sorprende con un excelente caldo a precio de coste para incentivar el consumo de buen vino entre su clientela. A un navarro anónimo que, viéndome dudar ante muchas botellas de tinto en un supermercado cualquiera de Estella, me aleccionó diciendo: “Si te vas a llevar vino de aquí, que no sea tinto. Nosotros solo sabemos hacer el rosado”. A aquella botella de “Ribeiro” que me tomé en el restaurante “Tira do Cordel” de Finisterre junto con unas navajas que no podían saber más a mar. A mi descubrimiento del “Lambrusco”, gracias a un expositor de Mercadona, o a Arguiñano, que en uno de sus programas nos recordó a los telespectadores que el Cava es un vino de mesa y no de postre.

Pero en esta vida, a veces el destino te pone al toro en suerte y te brinda una de esas ocasiones en las que uno sucumbe ante la vanidad del lucimiento. Hace unas semanas vinieron unos amigos a cenar a casa. Como es costumbre, adoptaron esa norma no escrita de que es el invitado quien trae el vino –cosa que no acabo de entender, salvo que sepa de antemano qué va a comer– y, supongo que conociendo lo que añoramos nuestra tierra, se presentaron con una botella de “Castillo de San Diego”.

― Hemos traído vino de vuestra tierra, de Cádiz.
― Vaya, qué detalle (pensé). La verdad es que es uno de los vinos más afamados de Sanlúcar, aunque según dicen ya no es el que era.
― ¿De Sanlúcar, pero si yo pensé que era de Cádiz, pero Cádiz capital?
― Eso te habrá pasado porque has leído la etiqueta. Ahí no aparece Sanlúcar por ninguna parte. Indican la bodega, la calle y el número donde está; incluso el código postal, pero la palabra “Sanlúcar” la han vetado claramente.
― ¿Y por qué hacen eso?
― Hijo mío, Sanlúcar is different.



¿Alguien tiene una explicación sensata de cómo se puede ser tan memo como para ocultar el nombre de una ciudad en una etiqueta?

¿Alguien puede entender que otras bodegas, además de copiar el producto, hayan copiado la memez de la competencia adoptando la misma fórmula de secuestro semántico en su botella de vino blanco de mesa?

Por favor, que alguien me diga que poner “Sanlúcar” en una botella está prohibido por alguna ley. Lo contrario sería demasiado triste.

sábado, 15 de septiembre de 2007

La poca vergüenza

¿No tienen ustedes la sensación de que los políticos que merecen la pena son los que acaban dimitiendo? Bien es cierto que algunos no llegan a renunciar, pero son ninguneados y arrinconados por los aparatos de los partidos y, poco a poco, se desvanecen y terminan desapareciendo de la esfera pública.

Existe otra raza, por contra, que se caracteriza por aferrarse al sillón a toda costa. Y para conseguirlo no duda en traicionar sus promesas, cambiarse de chaqueta, incumplir las leyes o pactar con el mismísimo diablo si fuese necesario.

He aquí el caso de que, en ocasiones, la actualidad nos permite distinguir con nitidez a estas dos especies. Ayer, el día en el que la renuncia de Josu Jon Imaz a la presidencia del Euskadi Buru Batzar estaba en todas las portadas, Antonio Prats declarba en Diario de Cádiz que no se irá del ayuntamiento ni con agua caliente, aunque el Supremo ratifique la sentencia del caso Ramel que le condenó a un año de prisión y otro de inhabilitación.

Reconozco que colocar en una misma frase a Imaz y a Prats es un poco atrevido por mi parte, pero valga el ejemplo para ilustrar los géneros a los que me refería: los que viven de lo público para servir frente a los que se sirven de lo público para vivir; los que sacrifican su profesión por la política frente a los que hacen de la política su profesión.

Señor Prats, no dudo de su deseo de convertir a Sanlúcar en una ciudad mejor y le reconozco su incansable labor fiscalizadora en la oposición, pero creo, sinceramente, que ha llegado la hora de irse. El político, como la mujer del César, no sólo tiene que ser honrado, sino parecerlo. Aplique los mismos criterios de higiene democrática que exigió en el pasado, por ejemplo, en el caso Sanlúcar y váyase.

Deje paso a los nuevos valores con los que, afortunadamente, cuenta su partido. Gaste un poco de vergüenza y, ya que no lo hizo cuando la Audiencia Provincial le declaró culpable, no prolongue su agonía y dimita si el Alto Tribunal ratifica la sentencia. Elija marcharse antes de que le echen. Los que creemos en la política necesitamos empezar a creer de nuevo en los políticos. Y Sanlúcar sabrá agradecérselo. Que no le quepa duda.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

La imaginación al poder

El nuevo método para luchar contra la ilegalidad consiste en recluir a los infractores en un espacio concreto. Y no me refiero a la cárcel, por supuesto. El confinamiento del que hablo no ocurre ni antes ni después, sino mientras que se incumple la ley. Ésa parece ser la novedosa manera de afrontar los problemas que nos proponen nuestros gobernantes.

Por ejemplo, si usted quiere ir en moto sin casco, no tiene más que hacerlo por las calles de Sanlúcar. Si pretende montar un chiringuito en la playa que esté abierto hasta el amanecer con la música a todo trapo, las de Bajo de Guía, La Calzada o Las Piletas son las idóneas. ¿No le viene bien pagarle la Seguridad Social de sus empleados?, trasládese hasta la capital del bajo Guadalquivir, aquí hay decenas de empresas cuyo color favorito es el negro.

Pero si lo que desea es hacer el botellón con los amigos (menores de edad incluidos), armar el follón padre hasta las tantas y miccionar y vomitar por las esquinas, hay un lugar, un poco más pequeño, pero céntrico, luminoso, bien comunicado y a dos pasos del ambulatorio por si se pasa con el etanol. Ese lugar es el Teatro Municipal.

Los vecinos colindantes al nuevo Coliseo de la diversión no salen de su asombro. Resulta que las alternativas que el Sr. Marín prometió a los jóvenes sanluqueños en campaña electoral han comenzado por "adecentar" el recinto del teatro para que, ahora con todas las garantías higiénicas y de seguridad para los "botelleadores" (permítaseme el palabro), los jóvenes den rienda suelta a sus irrefrenables deseos de bailar, gritar y beber hasta el coma.

Seguro que las próximas medidas serán las de instalar una asesoría municipal para que las empresas optimicen sus ingresos en "B", editar un manual práctico de elusión de impuestos o regalar un juego de tapones para los oídos a todos aquellos que residan en la zona de la movida. Para que luego digan que a este gobierno le falta experiencia e imaginación.

viernes, 7 de septiembre de 2007

El miedo a cambiar

Convénzanse. Sanlúcar es una ciudad conservadora. Y lo es independientemente de a quién vote. Es una cuestión de carácter. El miedo a alterar las cosas está presente en cualquier faceta de la vida cotidiana de los sanluqueños y afecta, prácticamente, a todos sus ámbitos de decisión.


El último ejemplo que ilustra esta situación lo tenemos en la futura apertura (no me pregunten cuándo) del Centro Comercial de la carretera de El Puerto. Al margen de la idoneidad o no de un centro de esas características, lo más llamativo de su periplo ha sido la cantidad de trabas e inconvenientes de todo tipo que ha tenido que sortear en su gestación, construcción y, por lo que parece, tendrá igualmente en su inauguración.


Haciendo memoria, no recuerdo ni un sólo proyecto importante (bien es cierto que ha habido pocos) que se haya librado de las posiciones inmovilistas de determinados lobbies, empresarios, comerciantes o, sin ir más lejos, asociaciones de vecinos de la localidad. La construcción de un aparcamiento subterráneo o un puerto deportivo, la remodelación de la Calzada del Ejército y del Paseo Marítimo, la peatonalización de las calles del centro, la apertura de nuevos supermercados o el traslado de la Feria de la Manzanilla son sólo algunos ejemplos que avalan esta situación.

Y los políticos son conscientes de ello. Valga como muestra lo que un importante responsable del PSOE me confesó off the record hace algunos años: quien mueva la Feria de la Calzada, lo pagará en las urnas.


El miedo a cambiar es, al fin y al cabo, miedo. Y el miedo nos bloquea, nos hace menos libres y nos impide pensar. Hagamos que aquellos que han decidido invertir en nuestra tierra tengan la menor cantidad de obstáculos posibles en el camino. Para salir del pozo en el que estamos no nos vendrá nada mal unos cientos de empleos más y, lo que es más importante, dejar de pasar la tarjeta en El Puerto o en Jerez.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Nubes en el horizonte

La cifra del paro registrado en agosto nos ha despertado, definitivamente, del sueño que vivíamos. No descubro nada si digo que la economía se explica por ciclos. La subida del Euribor, el desplome de las bolsas, la crisis hipotecaria americana, el notable descenso en la matriculación de vehículos, la subida del precio de los alimentos básicos y ahora los datos del desempleo nos indican, irremisiblemente, que se acercan las 'vacas flacas'. Hoy en la SER, Solbes ha llegado a decir que "estamos en un momento de incertidumbre", que es como si tu médico te dice que fuera el tabaco y el alcohol. Chungo.
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Los nubarrones, además de los que han tenido que sacarse el "carné de paro", ya los habían detectado, por ejemplo, aquellos que llevan más de un año con el cartel de "se vende" en el balcón de su casa o los dueños de chiringuitos y bares que a mediados de julio me decían: "El verano está flojo, mucha gente en la playa y poca en la barra". Un buen amigo mío vaticina que, en pocos meses, muchas oficinas inmobiliarias sanluqueñas se verán obligadas a cerrar sus puertas por la falta de negocio.
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Pero lo peor, sin duda, es que el mal tiempo nos pilla con la despensa vacía y la cuenta corriente en números rojos. Hemos dejado pasar los años más boyantes de la economía española con pena y sin gloria. Se nos ha escapado la ocasión de que Sanlúcar sacase partido del tirón que otras ciudades sí han sabido aprovechar.
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Al menos, parece que vamos a enterarnos definitivamente de cuánto debemos, a quién se lo debemos y, lo que es más importante, por qué lo debemos. Así lo aseguró el Sr. Vega, portavoz del equipo de gobierno, que anunció a principios de semana la realización de una auditoría que comprenderá los últimos cuatro ejercicios. Por cierto, no acabo de entender muy bien por qué hay que remontarse sólo hasta 2003. Lo lógico sería que abarcara todos los años en los que el consistorio ha perdido dinero a espuertas. ¿No creen?.


domingo, 2 de septiembre de 2007

Presidente a la carrera

Imagen: El País
Publica hoy, 2 de septiembre, el diario El País una entrevista al presidente del Gobierno en la que aparece la que es, sin duda, la imagen del verano. Olvídense del posado de la Obregón, del chupinazo de Pamplona o de los atascos en las carreteras.

Y es que yo no sé qué les pasa a los asesores de imagen de los presidentes con su obsesión por mostrárnoslos como figuras de deporte en cuanto se quitan la corbata. Espero que, al menos, en la Secretaría de Estado de Comunicación no hayan tirado de Photosohop para disimularle los michelines, tal y como ha ocurrido en Francia con Sarkozy.


Ya era suficientemente patético ver a Aznar jugar al paddle o corriendo por los jardines de la Moncloa, para que ahora nos enseñen a Zapatero haciendo footing por las playas de Doñana (por cierto, alguien debería recordarle al redactor de El País que el Parque Nacional, desgraciadamente para nosotros, no pertenece al término municipal de Sanlúcar). Pero ¿verdaderamente alguien se cree que ZP haga más de dos kilómetros al año al trote?


En fin, dado que parece que el 'presi' se está aficionando a correr, mas nos valdría a todos que lo empezase a hacer cumpliendo todo lo que le prometió este verano a la alcaldesa entre bocado y bocado a las tortillas de camarones: viviendas de promoción pública, una nueva comisaría, extensión del paseo marítimo hasta Bonanza y la rehabilitación del Palacio Municipal, entre otras cuestiones.