viernes, 7 de septiembre de 2007

El miedo a cambiar

Convénzanse. Sanlúcar es una ciudad conservadora. Y lo es independientemente de a quién vote. Es una cuestión de carácter. El miedo a alterar las cosas está presente en cualquier faceta de la vida cotidiana de los sanluqueños y afecta, prácticamente, a todos sus ámbitos de decisión.


El último ejemplo que ilustra esta situación lo tenemos en la futura apertura (no me pregunten cuándo) del Centro Comercial de la carretera de El Puerto. Al margen de la idoneidad o no de un centro de esas características, lo más llamativo de su periplo ha sido la cantidad de trabas e inconvenientes de todo tipo que ha tenido que sortear en su gestación, construcción y, por lo que parece, tendrá igualmente en su inauguración.


Haciendo memoria, no recuerdo ni un sólo proyecto importante (bien es cierto que ha habido pocos) que se haya librado de las posiciones inmovilistas de determinados lobbies, empresarios, comerciantes o, sin ir más lejos, asociaciones de vecinos de la localidad. La construcción de un aparcamiento subterráneo o un puerto deportivo, la remodelación de la Calzada del Ejército y del Paseo Marítimo, la peatonalización de las calles del centro, la apertura de nuevos supermercados o el traslado de la Feria de la Manzanilla son sólo algunos ejemplos que avalan esta situación.

Y los políticos son conscientes de ello. Valga como muestra lo que un importante responsable del PSOE me confesó off the record hace algunos años: quien mueva la Feria de la Calzada, lo pagará en las urnas.


El miedo a cambiar es, al fin y al cabo, miedo. Y el miedo nos bloquea, nos hace menos libres y nos impide pensar. Hagamos que aquellos que han decidido invertir en nuestra tierra tengan la menor cantidad de obstáculos posibles en el camino. Para salir del pozo en el que estamos no nos vendrá nada mal unos cientos de empleos más y, lo que es más importante, dejar de pasar la tarjeta en El Puerto o en Jerez.

4 comentarios:

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

tengo varais anécdotas sobre lo que expones:

1º Cuando construian el aparcamiento de la Clzada (no entro en en si fué o n o el mejor sitio)...había un hombre que decía ¡que pena de mi calzada! al o que le contesté usted cree que va a quedar a si el boquete???

2º Cuando peatonalizaban el centro...la mayoría de comerciantes pusieron el grito alla en el cielo...preguntad si ahora ganan o no más dinero..

3º Cuando montaban lo de Martin Miguel...alguien me comentó "que de barbaridades estan haciendo en el entorno de Doñana"...yo con mi curiosidad fuí a ver el "crimen ecológico"...y no vi nada más que un campo lleno de hiebajos y cardos borriqueros....

4º ...un amigo mio no pudo abri r una empresa pq no le daban permiso municipal...la montó en el Puerto...y los empleos imaginate para quienes fueron...

5º y lo de la Feria...mejor no hablar (a todos se les llena la boca de palabras necias, burdas y cínicas)

Apoyo tu tesis del tradicionalismo.

Saludos amigo

Unknown dijo...

Enhorabuena por tu blog, no sabia nada. Estaré atenta para mandarte mis hirientes comentarios cuando lo vea conveniente...
Me despido desde aqui ya que no nos vimos personalmente, un beso muy fuerte.

Ángel Ceballos Ortiz dijo...

Hola Beatriz.

Verás, tengo varias conocidas con tu nombre y, con las pistas que me das, no sé cuál de ellas eres.

Un abrazo y gracias por tu felicitación.

Jóse dijo...

Hola Queso: yo que soy otro sanluqueño exiliado, agradezco tu iniciativa de comentar desde la distancia los avatares de nuestra ciudad, a la que, como bien sabes, cada vez me cuesta más esfuerzo volver aunque sea de vacaciones. Entre otros motivos es por falta de atractivo, porque, comparto tu opinión, en Sanlúcar no cambia nada!
Un abrazo y felicita a Mairo por las fotos.