sábado, 15 de septiembre de 2007

La poca vergüenza

¿No tienen ustedes la sensación de que los políticos que merecen la pena son los que acaban dimitiendo? Bien es cierto que algunos no llegan a renunciar, pero son ninguneados y arrinconados por los aparatos de los partidos y, poco a poco, se desvanecen y terminan desapareciendo de la esfera pública.

Existe otra raza, por contra, que se caracteriza por aferrarse al sillón a toda costa. Y para conseguirlo no duda en traicionar sus promesas, cambiarse de chaqueta, incumplir las leyes o pactar con el mismísimo diablo si fuese necesario.

He aquí el caso de que, en ocasiones, la actualidad nos permite distinguir con nitidez a estas dos especies. Ayer, el día en el que la renuncia de Josu Jon Imaz a la presidencia del Euskadi Buru Batzar estaba en todas las portadas, Antonio Prats declarba en Diario de Cádiz que no se irá del ayuntamiento ni con agua caliente, aunque el Supremo ratifique la sentencia del caso Ramel que le condenó a un año de prisión y otro de inhabilitación.

Reconozco que colocar en una misma frase a Imaz y a Prats es un poco atrevido por mi parte, pero valga el ejemplo para ilustrar los géneros a los que me refería: los que viven de lo público para servir frente a los que se sirven de lo público para vivir; los que sacrifican su profesión por la política frente a los que hacen de la política su profesión.

Señor Prats, no dudo de su deseo de convertir a Sanlúcar en una ciudad mejor y le reconozco su incansable labor fiscalizadora en la oposición, pero creo, sinceramente, que ha llegado la hora de irse. El político, como la mujer del César, no sólo tiene que ser honrado, sino parecerlo. Aplique los mismos criterios de higiene democrática que exigió en el pasado, por ejemplo, en el caso Sanlúcar y váyase.

Deje paso a los nuevos valores con los que, afortunadamente, cuenta su partido. Gaste un poco de vergüenza y, ya que no lo hizo cuando la Audiencia Provincial le declaró culpable, no prolongue su agonía y dimita si el Alto Tribunal ratifica la sentencia. Elija marcharse antes de que le echen. Los que creemos en la política necesitamos empezar a creer de nuevo en los políticos. Y Sanlúcar sabrá agradecérselo. Que no le quepa duda.

4 comentarios:

Unknown dijo...

hola angel soy javi no sobra ni un punto ni una coma ni una letra, sabes como pienso y felicitarte por estas letras es lo que me queda
un saludo

Unknown dijo...

Hola Angel otra vez yo Javi(tu cuñado por si tambien conoces muchos javis) he estado un rato mirando tu blog, muy bueno el resto de articulos igual que este sin desperdicio, de nuevo felicitarte y pedirte permiso para poner un enlace de tu blog en el portal de Rentel Wifi.
da besitos a la familia

Ángel Ceballos Ortiz dijo...

Hola Javi.

No sólo tienes el permiso para el enlace, sino que te agradezco el detalle.

Gracias por tus comentarios.

Un fuerte abrazo.

Ángel.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Ratifico...y firmo tus palabras...cuando no se quiere ir ni con agua caliente...¿porque será??

UN abraxo