martes, 27 de noviembre de 2007

Nadie habla de nosotros

Revisando los diarios de sesiones de 2007 del Parlamento Andaluz, me ha venido a la memoria aquella estupenda película que dirigió Agustín Díaz Yanes en 1995, Nadia hablará de nosotras cuando hayamos muerto, protagonizada por Victoria Abril y que consiguió llevarse ocho Goyas ―entre ellos el de mejor película― convirtiéndose en uno de los largometrajes más galardonados del cine español.

Y, como les tengo por perspicaces, imagino que ustedes se preguntarán qué tiene que ver esta cinta que cuenta la historia de una española, Gloria Duque, que presencia en Méjico la muerte de dos policías a manos de dos gansters, con los parlamentarios andaluces. Pues, la verdad, nada. Pero el título ha saltado como un resorte entre los recovecos de mi córtex al comprobar, estupefacto, lo que ya muchos sospechábamos desde hace tiempo: en el Hospital de las Cinco Llagas ni siquiera se habla de Sanlúcar, un municipio que está en el podio de las ciudades andaluzas con peor situación económica.

Para ilustrar esta "amnesia barramedística", me he permitido confeccionarles un ranking con las localidades de nuestro entorno de las que más se habla en el hemiciclo de San Jerónimo, gracias al potente buscador con el que nos obsequia la web del Parlamento Andaluz. Durante 2007, la clasificación queda como sigue: en primer lugar y, como era de esperar por la capitalidad de la provincia, Cádiz, con 28 menciones. Le sigue de cerca Jerez con 20 y, a poca distancia, Puerto Real y El Puerto con 14 y 13 citas respectivamente. De Rota, pese a su escasa población, se ha hablado en 11 ocasiones. Por debajo de la decena se encuentran Chiclana, con 9; San Fernando, con 8; y Chipiona, con 4 menciones. Y, finalmente, con un total de 3 alusiones durante casi un año, nuestra querida Sanlúcar, que sólo consigue derrotar a Trebujena, de la que se ha hablado tan sólo una vez.

Creo, independientemente de lo anecdótico que tiene esta clasificación, que es tremendamente significativo la ignorancia con la que se nos trata en el legislativo andaluz. Este dato no hace otra cosa que corroborar ese sentimiento que vive entre los sanluqueños de que, para las grandes administraciones y sus gobernantes somos, simplemente, un sitio donde echar el rato, hacerse la foto o degustar unas tapillas. Si no, recuerden la célebre alusión a Casa Balbino que hiciera Luis Carlos Rejón el 23 de septiembre de 1993: Señor Presidente, hay dos formas serias de tratar el asunto del IRPF: digo, hay dos formas serias y una chapucera. La primera sería irse a la plaza del Cabildo de Sanlúcar de Barrameda, sentarse allí, en la terraza de Balbino, pedirse unas ortiguillas, las tortillas de camarones y unas galeras, con una manzanilla, y decir que si aquéllo no va a cambiar con el 15%, que hagan con el 15% lo que les dé la gana.

Si consideramos que la situación de Sanlúcar se asemeja a una enfermedad, esta ignorancia por nuestros problemas, nuestras necesidades o nuestras inquietudes no es otra cosa que un claro síntoma de la gravedad del diagnóstico. Dado el presente escenario y, puesto que ni siquiera hablan de nosotros, una de dos, o no les importamos o nos dan por muertos.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

El primer asalto

Todo un record. En menos de cuatro meses, el Equipo de Gobierno se ha encontrado con su primer conflicto laboral con trabajadores del ayuntamiento. Desde el pasado lunes, miembros del Sindicato Independiente de la Policía Local permanecen en "comisión de trabajo permanente", que es la manera eufemística de denominar a un encierro, "en su despacho de la Jefatura, en protesta por la apertura de 37 expedientes disciplinarios a 34 agentes", según ha informado el propio sindicato, cuya representación es mayoritaria en un cuerpo que sufre una importante división interna desde hace años.

Pasado un tiempo prudencial y, a la vista de los acontecimientos, a mí me da que lo que está pasando es que, como diría el castizo, se han juntado el hambre con las ganas de comer. A un lado del ring tenemos al Sr. Mora, político de escaso bagaje (sigamos con los eufemismos) que, de la noche a la mañana, se encontró al frente de dos delegaciones ―Personal y Seguridad Ciudadana― que requieren una buena dosis de templanza, destreza y experiencia; cualidades con las que, a la vista de los resultados, D. Víctor parece no contar suficientemente. Al otro lado del cuadrilátero se presenta uno de los colectivos más conflictivos que ha tenido Sanlúcar en los últimos años: la Policía Local. En ocasiones utilizada como florero por los gobernantes (recuerdo cuando Agustín Cuevas los montó a caballo y los puso a patrullar las calles al más puro estilo John Wayne), siempre mal dotada de medios (algunos agentes llegaron a trabajar en la calle sin su arma reglamentaria) y percibida dicotómicamente por los ciudadanos como héroes o villanos, según sean objeto de su protección o de sus multas.

Por el momento, ambos púgiles están en fase de tanteo, intentado averiguar los puntos débiles del contrincante. Mientras el Sr. Mora trata de sacar provecho de la palpable división existente en el colectivo de trabajadores y, simultáneamente, lanzar un mensaje de autoridad al resto de funcionarios municipales, los agentes mantienen el pulso basándose, no en el derecho a huelga, del que carecen como el resto de fuerzas de seguridad, sino en, por ejemplo, dejar de hacer "servicios voluntarios", paradójica medida que pone a las claras la endeblez de un sistema de trabajo que depende de las ganas que tengan los policías de hacer horas extra.

Si el desencuentro no tiene una pronta solución, estaremos ante un mal presagio de lo que nos espera en toda la legislatura. Más que nada porque, conocidas las reivindicaciones de ambas partes, no parecería difícil llegar a un acuerdo razonable. La Policía, además de un aumento de la plantilla y de medios materiales, reclama en su sueldo lo que ya tiene administrativamente reconocido, esto es, el nivel C dentro de la escala de funcionarios. El ayuntamiento, por su parte, quiere reestructurar los servicios para tener más presencia policial en la calle. No parece lógico que agentes municipales se dediquen a formar grupos operativos contra la droga o de paisano ―funciones que ya desempeña la Policía Nacional o la Guardia Civil― cuando la maltrecha circulación vial o el cumplimiento de las ordenanzas municipales son de su exclusiva competencia.

Pero ya se sabe que ser optimista en Sanlúcar es una profesión de riesgo. Veremos.

sábado, 3 de noviembre de 2007

Mil gracias

Hoy, casi dos meses después de haber comenzado esta aventura, quiero dar mil gracias. Y las doy en este día porque, según los datos proporcionados por Google Analytics, Sanlúcar en la distancia cumple hoy 1000 visitas desde que comenzara su andadura el pasado 8 de septiembre.

Gracias a todas las personas que se han conectado desde 26 ciudades de todo el mundo y han visitado más de 2000 páginas en estos 55 días. Gracias a todos los amigos que me han llamado o escrito dándome ánimos para seguir y mejorar. Gracias a los que han participado escribiendo sus comentarios o votando en las distintas encuestas. Gracias a Pepe Fernández, la primera persona que creyó en mí y me dio la oportunidad de ser periodista. Gracias a Pleamar TV y, especialmente, a Juan Antonio Caro, sin cuyo empujoncito inicial este carro no habría conseguido tanta velocidad. Gracias a Mairo por su apoyo incondicional y sus geniales trocitos de Sanlúcar hechos imágenes. Y gracias, especialmente, a los "foreros" de reporteros.tv, cuyas visitas representan la cuarta parte de todas las recibidas.

Espero que todos ustedes continúen concediéndome un poquito de su tiempo de vez y cuando y, si se animan, participen con el objetivo de seguir creando opinión y desarrollando el espíritu crítico entre los que queremos a Sanlúcar. En ello estamos.